Pensamos muchas veces si anilina se escribía así, o si se escribía anhilina.Nono, me dijo el I Phone que es sin H, claro, como si yo fuera a confiar mis redacciones en un producto Apple.Google no me miente, sin duda no miente.
La anilina, o adrenalina, es lo que hace que nuestras vidas tengan otro tinte.
La vida es una remera blanca que llevaste al campamento, que ya se estaba poniendo media dura por el deshuso, o por la naftalina que tu mamá le ponía a los cajones. De chica me tragué una naftalina creyendo que era un caramelo, cada día hay más explicaciones para mi condición. Eso no importa.
Llevarte la remera blanca al campamento tenía un propósito explícito.La ibas a teñir, batik super a la moda del `95, sin duda.
La vida es una remera blanca que pide que la pintemos, nosotras pedimos siempre pintarla,
una luz cegadora un disparo de nieve, palabras del gran Silvio Rodriguez, que pase algo.
¿Pero que pasa cuando nos agarro cagazo?hay épocas que uno quiere que pase algo emocionante, un poco de anilina en nuestra vida, pero sabe que todo tinte trae consecuencias: Jony Kosower después usaba la remera batik, yo no, mis manos quedaban decoloradas, probablemente me había salpicado y extrañaba a mi mamá más que nunca.(El tío de Jony acaba de entrar por la puerta, decime si no tengo poderes?)
La remera ahora colorida, no era algo pro para mi.
Si bien todo tinte te dejará una hermosa remera a la moda, es todo un proceso atarlo con el piolin, que no se te salga de los costados, el balde, las ojotas, y los chicos del grupo de 14 riéndose-.
Por eso te decía ayer, ¿sabes que?, yo re pido que pase algo, pero hay veces, que sinceramente te digo eh, prefiero dejar a un lado la anilina, y pintar un cachito más con tempera.
