jueves, 9 de febrero de 2012

VIEJO ROBLE DEL CAMINO

Sería correcto decir que nunca esta bueno hacer las necrlógicas, pero estaría mintiendo.
Hay días que no te cambia.
Hay días que no te pega.
Tengo que admitir que esta me pego.
Si hay algo que siempre quise transmitir en este humilde espacio, es que la música es vida, la música es arte, la música te llena las canaletas de los días y completa el mundo. La música no seria lo mismo sin El Flaco.
Mi relación con el nació como la de la mayoria, con Muchacha. Pero no fue hasta que conocí a la tuta que esa canción tomo un significado particular, un significado sanador cuando se ponía mal y tratando de alegrarla, la desentonaba a pleno.
La primera vez que me contacte seriamente con el, fue por el medio que muchos llegamos un poco a la musica, por Mtv.
El canal hizo, lo que a mi parecer fue, uno de los grandes sucesos de la música nacional, que tendrian que salir en dvd y todos comprarlo: LOS 100 MEJORES TEMAS DEL ROCK NACIONAL.
Ahí lo vi sentadito en un divan, con un fondo blanco, contando sobre Muchacha, hablando del rock en general, comentando sobre Ya no sos igual de dos minutos, el chabon entendía de todo y mas. No voy a mentir, guste de su imagen a los 20 pirulos, era muy atractivo a mi parecer.
Una década después, con mucha más cultura musical en mi haber, entre en Artaud, y de ahí no salí más. Bajan, su mejor canción a mi parecer, me transportaba y me transporta a la libertad, esa libertad que a veces tenemos que volver a buscar.
Todas las hojas son del viento, en el ipod de mi hermano, me hacia querer dejar de andar por tribunales y mudarme a una colonia hippie, eso me daba Spinetta.
Los artistas así no abundan, los artistas de su calíbre deben ser recordados como trasgresores y como valientes. Sus letrras no se esforzaban por entrar en la canción, lo que quería decir se decía. Por que el rock nacional no sería nada sin él, por que yo no sería la misma si no hubiera mojado mis piecitos en el rock nacional.

A tu salud Flaco.
Namaste
And good Night.

viernes, 3 de febrero de 2012

EL FIN DEL MUNDO

Cuando era chica espiaba la revista "Muy interesante" y soñaba con vivir aventuras de brujos y duendes, de mosntruos y extraterrestres. Claro, nunca los protagonistas de las notas o revistas eran nenes de 10 años. Cuando me fui pareciendo a los masacrados en aquellas historias, empecé a tenerles real miedo y abandoné la ciencia ficción y los Viernes XIII de Jason.
Pero ningún miedo fue tan grande como el del fin del mundo. Siempre creí que el 2012 era un año muy lejano, pero heme aquí. Hay días que lo creo y hay días que no.
Pero hay otros que creo que es una moraleja, un decir, es un simbolismo.
Por que vamos, sería muy injusto que este año sea el último.
Yo creo que subconscientemente por si las dudas me decidí a disfrutarlo del todo.
-"Muy antiayuda de tu parte comprarte un libro del cambio climático, Ieni. Acordaste que asustada quedaste después de "El día después de mañana"- me dijo la Tuta cuando le conté mi última adquisición.
Capaz es por eso que hoy mientras corría a un horario nada convencional para mi, miraba los árboles y casi visualizaba el oxigeno que desprendían, deseando que el color del cielo solo se vuelva verde oscuro si es para que llueva y hacer cucharita con mi amor.
Capaz está ahí la moraleja del fin del mundo. Es el fin del mundo como lo conocemos, sorry R.E.M., es un gran momento, es un aventón magnífico, para cambiar lo que estaba, y renovarlo por completo. Justo este año con las ganas de crecer y de cambiar, y de expandir y de dejarse amar, El Grande no nos va a fallar.
Vivámoslo como el último, tomémoslo como el primero de muchos.