Una vez más nos reunimos todos en este humilde espacio que conocemos como " LA COMPULSIÓN Y LOS CARBOHIDRATOS: NECROLÓGICAS Y ALGO MAS", para rendir homenaje a un grande de la cumbia romantica: el león santafesino, Leo Mattioli. Mi historia con Leo es como todas las de mi adolescencia, llenas de amor imaginario, pasión inventada, deseos, y fracasos varios pero muchas muchas ganas de ser. Me llegó la noticia que tenía una enfermedad hace ya 10 años, pero nunca supe cuál o si seguía con vida, creí que no me iba a enterar.
Fue él quien me mostró por primera vez que fumar era una actitud compulsiva "estoy tomando sin control, estoy fumando sin parar", una linda actitud angustia tanguera para desgarrar corazones, claro que pasaron años hasta que me deduje que no se refería al tabaco, así como también pasé gran parte de mi vida secundaria pensando que "alguien que pueda acabar conmigo" no quería decir que lo cansaba mucho en la cama, sino algo mucho mejor. SI, fuí ingenua en algún momento. De alguna manera su canción me remonta al 2001 y al famoso boliche Abadia,siempre intentando encontrar el amor por medio de alguna transa que nunca llegaba, solía planchar en los boliches, a algún barmitzva queriéndome hacer la femme fatal, o simplemente a mi primer lista de aquel Winamp dorado y negro donde su canción no podia faltar.
En el 2010 conocí "los secretos de tu almohada", esas canciones que pasas una vida escuchando pero nunca sabes como se llama, esa era.
Por que después de ti, LEO, será difícil de seguir, decia el himno.
Los años maravillosos, o no tanto. Mi humilde homenaje a un grande de su arte, el arte que más me conmueve, el arte de enamorar.
Namaste Leo, saludos al potro, a walter olmos y a gilda, seguro los dividen por género.
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