Ayer en el templo por el casamiento de nuestra queridísima Rochu, logré distraerme un segundo y admirar donde estaba. La emoción me superaba pero quise abstraerme.
El pueblo, nuestro pueblo, las generaciones futuras y la continuidad del pueblo de Israel.
Pero sin querer, o mejor dicho siempre queriendo pensar todo más, me acorde de un post que no hacia mucho vi en Facebook.
El rabino hablaba de como todas las almas de los hombres se posaron en Adán y todas las femeninas en Eva en aquellas gloriosas épocas del Eden. Desde que fueron expulsados del paraíso, se buscan incansablemente, por que saben que en esos días andaban juntos y deben reencontrarse.
El post de Belén hablaba de lo mal que esta ir por la vida pensando que uno es solo media naranja, que necesita y que necesariamente no se es hasta que no aparece la parte que aparentemente le falta.
Yo te haría un mix de las dos.
Puede ser que las almas se busquen desde el principio de los tiempos, puede ser también que se vean y sientan que se reencontraron, como tambien se da que necesiten de 7 meses y mucho chat de facebook para saber que eran lo que se buscaba.
Lo importante no es como llegaron el uno al otro, sino entender que no deben ser media naranaja, ni necesitan ser una fruta.
Necesitan ser el exprimidor adecuado.
Mini pymer, juguera, lo que quieras.
El otro no tiene que ser la mitad que te faltaba, sino saber sacarte el jugo y aprovecharte en el todo.
Sacar lo mejor de vos, y aun así, seguir pensando que siempre hay mas por hacer juntos.
Ponele las cáscaras al mate, y tomate la vida como más te guste.
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