martes, 31 de mayo de 2011

N.E.

Hoy por la mañana la angustia seguía vigente. No podía olvidarme que ayer nomás había tomado la decisión de enfrentar mi peor pesadilla: decir la verdad. Me había costado encararlo y decirle que le mentí por varios meses, decirle que me había aprovechado de su nobleza y había jugado sucio. Me sequé lo que quedaba de lágrimas no incrustadas en la almohada y prendí tn para ver como venían los preparativos para el mundial, cómo me gusta el mundial, pero no se como lo sentiré este año, este año tan raro. Desayuné lo que pude sin llorar, me puse el buzito rosa de 47 que me compré la semana pasada, traté de arreglarme el flequillo como pude y agarré la cartera. No podía olvidarme la plata para los apuntes de Filosofía de la noche, paquete de puchos en mano, salí de casa.
En el auto motor psico claro, para torturarme, y un invierno de mierda que sólo me da ganas de quedarme en casa.
Llegué a mi primer día de trabajo en un lugar que tuve siempre, pero nunca me interesó. Mi papá me pregunta si el primer dia tenía que tener esa cara de orto, y yo le explico como puedo sin decir demasiado, que me había peleado con alguien que quería mucho y que nada iba a ser como antes. No me interrogó. Cuando se va de mi oficina pongo el capítulo de ayer de Casi para aliviar penas, para sentirme acompañada, sólo ellos podían abrazarme en esta soledad adolescente de mierda que tengo.

Me desperté abruptamente cuando el Skype no paraba de sonar, hasta que reconocí el ruido creí que nos atacaban los rusos. Al despegar los ojos me encuentro sin flequillo y sin olor a cigarro, noto que las lágrimas no están y que lo único que me rodea es Stewie y la botella de gotitas homeopáticas. Miro el telefono y veo que estamos en el 2011, de fondo la foto de la Rubia y el perrito abrazados me guiña el ojo ratificandome que era todo un sueño, que todo eso fue un dejavu demasiado real, lso mails de un trabajo que hoy disfruto no dejan de caer, mi sueño me recordó donde estamos hace un año y donde estamos hoy.
El nuevo clip de los teenangels me emociona pero me recuerda, nos reconstruimos, nos curamos, sanamos, y volvemos a elegir. Una vida más feliz, una vida más pura, una Copa América sin dolor, una angustia tanguera que ya no existe y un amor de a dos, que nunca te deja sola.

No hay comentarios: