El fin de semana es un cúmulo de secuencias bizarras y momentos kodak. Una,dos, tres, cuatro veces me llama mi amigo, con una historia conocida, con una situación obvia pero llamativa, lo llamativo está en el proceso que se lleva a cabo, en la historia a punto de ser reinventada. Cuenta como aún creyendo que tenía el control, lo dieron vuelta como una media, una vez más, aunque parecía que esta vez no, sí,esta vez también. Un tsunami, un japón devastado, una vuelta deseada, un invierno de repente, un balcón difícil de sobrellevar a las 3 am, cuando las situaciones ya perdieron su cuerpo y sólo queda ese resabio que no sabés si te va a liquidar o te va a dar maquina para seguir hablando toda la noche.Claramente el invierno también va a venir una vez más, por que hay cosas que no podemos preveer. Cómo las veces que deseamos cosas para toda la vida, y hay veces que sólo nos conformamos con una vez más. Cuesta darse cuenta que una vez no vale por mil, que una vez más, es sólo UNA (1) vez más, no va a traer consecuencias que podrían haber pasado con o sin esta película repetida, con o sin la repetición del hecho engorroso. El invierno también va a volver una vez más, no hay duda del cambio de estación. El programa que veíamos a la tarde terminó, pero su mensaje quedo flotando entre cuadernos de escritura y un par de meses de abstinencia al cigarrillo, decía "Una vez más para llorar lo que perdimos, una vez más para entender por qué lo hicimos, una vez más para los besos que no dimos, una vez más vuelve conmigo". Ese es el problema , el gran problema, el elefante verde en la habitación que nadie quiere nombrar. Una vez más no te garantiza una próxima vez.
Afrontaré que el invierno va a volver, pero me interesa saber si un invierno bien acompañada, se vuelve más tentador, si un invierno con amor, es un invierno con sol. Si una vez más, la buena compañía es la cura a todas las fobias climáticas.
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