sábado, 23 de octubre de 2010

¿SOLA EN EL OLVIDO?

Muchas veces la gente me preguntó como en otro momento de mi vida pude enamorarme o sentir cosas fuertes por alguien que no sentía lo mismo por mi. Ni cerca.Bah, nunca lo sabremos.
Yo creo que es mas fácil de explicar de lo que se imaginan.
Yo no tengo una buena relacion con Arjona desde el mito de que era nazi y antes también, las cosas no funcionaron.Pero tengo que darle la derecha en algo : No te enamoraste de mi sino de ti cuando estás conmigo.
Suena egoista, nietzscheriano,oscuro y trucado, pero es verdad. Uno ama al otro, lo quiere, pero lo que más le gusta es como el otro lo hace sentir. Obvio que ese otro no es un objeto, no es un medio para un fin, es un ser humano al que le tomamos cariño, amor, posiblemente admiramos y valoramos por sobre todas las cosas. Pero si ese ser magnífico que tenemos en frente no nos generaría cosas, no sentiríamos eso.Yo admiro a Heidegger pero no por eso quiero dormir todas las noches con él,tocarle el pelo y abrazarlo, aunque su libro me mire a la distancia.Cuando uno mira para atrás, va a ver las cosas buenas y las cosas malas de las relaciones pasadas y cerradas. Verá que uno se merece una reciprocidad, se merece que lo cuiden y que lo quieran, pero si lo hacen de una manera distinta, y a nosotros nos causó en algún punto de nuestra recondida mente placer del que queramos, es suficiente.
Y ese es el verdadero quid de la cuestión. Mejor no hablemos de amor, decía una canción que conocí hace poco.No hablemos de amor, hablemos de otra cosa.
La reciporcidad es la posta, pero el porqué todos los otros sentimientos igual nos encandilan, nadie lo sabrá.

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