No deseo tener 18 para no trabajar y solo estudiar.Podría no haberse dado así, que se yo. Ahora pienso eso por que mi trabajo me encanta y mi jefe es como un padre para mi.
No pienso en tener 18 de nuevo por la libertad ni nada de eso, al contrario, tengo la edad que quiero, hago lo que quiero, no pido (mucho) permiso, y me meto en lo que quiero.No esta ahí el tema.
El tema sería que si tuviera 18 de nuevo, volvería a elegir una carrera.
-Sonsa, tengo la solución- me dirán muchos-estudiá una segunda carrera-
Suena como algo solucionable a simple vista, no pasa nada, no es grave, como lo vengo diciendo, te anotás en la UBA y ya está. Hace lo que siempre quisiste hacer.
El drama es que yo no quise siempre estudiar Filosofía.Tampoco la hubiera entendido a los 18 y con la vida que llevaba, me hubiera resultado imposible, no es una carrera para mentes cerradas o sin ganas de abrirse asique, no creo que hubiera encajado.
La segunda carrera se hace o no, pero no se hace con la misma furia y pasión que la primera, ni con la misma ilusión. No digo que no haya, el fundamento mismo de empezar de nuevo es la furia y una pasión incontrolable de más, pero es otra.
Yo sería otra si hubiera ido a Puán desde el vamos. Ni mejor ni peor, no me quejo de quien soy (hoy).
Otra, distinta, diferente.
Costo de oportunidad una vez más. El haberse dado cuenta tarde de algo, el no haberla visto antes, el no haberla podido ver antes,sin que haya mala intención, también, aunque están fuera de nuestro alcance, pesan.
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