sábado, 28 de agosto de 2010

TOMASITO PODES OIRME? TOMASITO PODES VERME?

Yo no tengo una claustrofobia declarada ni diagnosticada.Ninguna de mis psicólogas me medicó ni me habló del tema, pero yo se que la padezco.Es una claustrofobia selectiva, sin embargo.Ella elige, no yo claro, sino no seria una -fobia.Hay días que puedo pasar horas parada en el ascensor sin hacer nada y otros que la sola idea de las puertas herméticas me da naúseas.
La verdad es que no soy de mirar noticieros,o el noticioso como diría mi abuela.Sólo lo hago cuando se habla de desastres naturales: algo tienen las catástrofes de casos fortuitos, donde no hay obrar humano en el medio, que me atraen y me atemorizan al máximo.Lo atractivo, de manera morbosa, podría verse manifestado en la incapacidad de hacer algo al respecto.Mi peor temor seria un tsunami pasando por la 9 de Julio, sepanlón.
El tema de los mineros chilenos me deja pasmada al pensar que esas personas saben que van a pasar en ese agujero del infierno más o menos 3 o 4 meses más.Todavía nadie comentó que haya habido ataques de pánico ni descompensaciones causadas por la psiquis.Claramente ellos prefieren pasar 23 años en ese agujero antes que haber muerto hace un par de días en el derrumbe.En perspectiva, todo tiene otro color.
A mi me agarra claustrofobia muchas veces en los lugares más abiertos del planeta.Es una simple idea la que me transporta a un 1x1, que ya no importa cuanto me relaje, ya me perdí. Hay veces que no importa por donde lo mires, no podes escapar.Esta tu suelo, y luego la nada.
Lo único que nos queda es agarrarnos fuerte y esperar que todo deje de dar vueltas.
Volver al eje y valorar de no estar aplastadas por piedras. Tan mal no nos va, gordita.

No hay comentarios: